VENEZUELA ANTE EL CAMBIO CLIMÁTICO
Entrevista Dr. Juan Carlos Sánchez, miembro del Panel de Expertos en Cambio Climático de Naciones Unidas
“La imagen que más se ha transmitido (del cambio climático) es la del derretimiento del hielo en las regiones polares y las consecuencias para los osos de esas regiones, cuando en nuestro país la amenaza se traduce en pérdida de vidas humanas”
“Naciones Unidas estima que para mediados de siglo puede haber entre 200 y 250 millones de refugiados por la alteración del clima, principalmente en África y Asia”
MARCIAL BARRIOS
Tomando datos de la intervención que usted realizó en el I Congreso de Ecología Social, se desprende de su investigación que en los últimos 20 años al menos ha habido unos 26 mil muertos por efecto del cambio climático, así como también una 50 mil viviendas afectadas y unos 140 mil damnificados en el territorio Venezolano. Esto tomando en cuenta que son datos de hemeroteca recopilados por su equipo, que no se han registrado como oficiales, ya que existe un sub registro del efecto del Cambio Climático por parte de las autoridades.
MB: Entendiendo estas cifras como una alarma de las amenazas que se ciernen en el futuro inmediato, ¿cómo ve usted que el ciudadano venezolano está preparado para enfrentar los futuros efectos del Cambio Climático?
JCS: Normalmente el clima tiene una variabilidad natural en la que se producen eventos extremos tales como lluvias copiosas, sequías y olas de calor que afectan a las regiones mas vulnerables del país, que son, por ejemplo, regiones donde ha ocurrido un desarrollo urbano anárquico en áreas riesgosas, o desarrollos agrícolas en tierras no aptas. El cambio climático esta afectando la variabilidad natural del clima haciendo que se produzcan eventos extremos cada vez más frecuentes y más intensos, y en consecuencia ello hace que se incrementen las pérdidas de vidas humanas y los daños a la propiedad. En el trabajo que presenté en el I Congreso de Ecología Social muestro como el número de estos eventos hidro-climáticos se han incrementado en Venezuela en la última década, y existe la amenaza que en la medida que se acentúe en calentamiento global las pérdidas sean aun mayores, a menos que se adopten medidas para reducir las consecuencias de los eventos, es decir, que se diseñen y establezcan planes de adaptación a las nuevas condiciones del clima. Mi impresión es que el ciudadano venezolano esta aun muy ajeno a esta situación, debido a que no ha habido en el país suficiente difusión de información fidedigna acerca de cómo se esta materializando el cambio climático en nuestro país. La imagen que mas se ha transmitido es la del derretimiento del hielo en las regiones polares y las consecuencias para los osos de esas regiones, cuando en nuestro país la amenaza se traduce en pérdida de vidas humanas, e impactos sociales y económicos significativos.
MB: ¿De qué manera se puede preparar el ciudadano y la sociedad venezolana ante los cambios ambientales?
JCS: Lo primero es estar informado acerca de los riesgos que corremos, tener conciencia para luego poder actuar en consecuencia. En Venezuela, debido al problema de la escasez de vivienda y al fenómeno de migración desordenada del campo a las ciudades, encontramos numerosas viviendas improvisadas asentadas en terrenos inestables, muy susceptibles a los deslizamientos, y viviendas en terrenos inundables. Esas personas deben saber los riesgos que corren, de manera tal que al momento de la emergencia, cuando las autoridades, los bomberos, les piden que desalojen, es por su propia seguridad y deben acceder a hacerlo. Esas personas deben ser reubicadas, para lo cual los más pobres requieren de la ayuda del Estado, pero también deben poner de su parte.
Curiosamente, también existen viviendas de clases sociales que poseen más recursos, construidas en sitios riesgosos, sencillamente por desconocimiento; en tales casos lo recomendable es revisar cuan resistente es la vivienda, hacer una evaluación a ver si se respetaron los códigos de construcción; y si no, evaluar la posibilidad de reforzamiento. Además existe la posibilidad de asegurar la propiedad.
MB: ¿Cómo cree usted que el Estado venezolano debería hacer para desarrollar una estrategia contra los embates de la naturaleza y la vulnerabilidad causada por la inexistente planeación demográfica?
JCS: En Venezuela no se trata de un problema de planeación demográfica, sino de planeación urbana. Se ha permitido la construcción ilegal en áreas riesgosas y hasta se han otorgado permisos de desarrollo habitacional en tales áreas. El Estado no debería permitir que ello continúe sucediendo. Algunas de las zonas duramente afectadas por el desastre de Vargas se han estado repoblando de nuevo. Un plan de adaptación debería contemplar el desalojo ordenado y progresivo de las áreas más vulnerables. En el trabajo que presenté muestro que estadísticamente han sido más vulnerables el área metropolitana de Caracas, Vargas, y los Estados Miranda, Zulia, Anzoátegui y Mérida, quizás debería comenzarse por allí, aunque no deberían descartarse otras regiones, y otro tipo de impactos. Por ejemplo, los eventos de sequías prolongadas pueden afectar la producción agrícola por escasez de agua y pérdida de humedad de los suelos. El Plan de adaptación en tal caso consistiría en la adopción de políticas de gestión eficiente del agua, sustitución de cultivos, desarrollo de la infraestructura para traer el agua de otras regiones, entre otras. Obviamente que las mejores decisiones serán aquellas que estén debidamente sustentadas por estudios técnicos, y en nuestro país tenemos la capacidad para realizar tales estudios en las Universidades y centros de investigación. Debería existir una política de Estado para orientar estos trabajos, aprovechando de la mejor manera los recursos disponibles para hacerlos
MB: Cuando hablamos del tema del cambio climático, muchas veces se piensa que es un fenómeno que llega, arrasa con ciertas zonas del territorio y se va, pero, ¿cuáles son las consecuencias para la salud que puede traer este tipo de efecto ambiental?
JCS: Existe una vinculación entre el calentamiento global y la proliferación de vectores transmisores de enfermedades infecciosas tales como el dengue y la malaria. En nuestro país las estadísticas de estas enfermedades son altas en determinadas regiones, que según recuerdo indican cifras preocupante de dengue en el Estado Bolívar, Aragua, Carabobo, Lara, y Guárico; malaria en Anzoátegui, Bolívar, Sucre, Delta Amacuro, Monagas y Zulia. Con el aumento de la temperatura estas enfermedades se irán propagando hacia otros Estados.
MB: En nuestros tiempos se habla de los desplazados por efecto del cambio climático, en su mayoría por la sequía que está azotando diversas partes del planeta, ¿cómo ve usted ésta situación, viendo al futuro y sobre todo, los posibles efectos que podrá traer este éxodo sobre Venezuela?
JCS: el problema de los desplazados o refugiados por los efectos del cambio climático es nuevo, al punto tal que los acuerdos internacionales relativos a los refugiados por diversas causas aun no contemplan el otorgamiento de protección o apoyo para las personas en tal condición, pero se esta trabajando en ello. Naciones Unidas estima que para mediados de siglo puede haber entre 200 y 250 millones de refugiados por la alteración del clima, principalmente en África y Asia. Venezuela siempre ha sido un país generoso y abierto a la inmigración, sin embargo, si se tratase de migraciones masivas, los países solamente podrán aceptar un número acorde con su capacidad para recibirlos.
MB: A dos semanas para la cumbre de Copenhague, queríamos saber ¿cómo observa ésta reunión y que propuestas lleva?
JCS: será una de las reuniones más importantes de la comunidad internacional en mucho tiempo, las medidas concertadas para reducir las emisiones de gases de invernadero que allí se adopten incidirán en la calidad de vida futura de la humanidad. Se trata de una reunión política, donde asisten representantes de los gobiernos para negociar el acuerdo. Yo pertenezco al mundo de las ciencias y, como miembro del Panel de Expertos en Cambio Climático de Naciones Unidas, ya me he pronunciado colegiadamente con el informe acerca del estado del clima y su posible evolución, y los informes especiales elaborados por el Panel. Allí advertimos acerca de las graves consecuencias del calentamiento global en términos de los daños a los ecosistemas, reducción de la disponibilidad de agua y de los medios de producción de alimentos y bienes, si no se reducen significativamente las emisiones. Este informe puede verse en el sitio web: http://www.ipcc.ch/ Ahora le toca al mundo político decidir. Yo espero que se logre un acuerdo completo y definitivo, con compromisos que reduzcan las emisiones globales de gases de invernadero en 20 a 25% en el 2020 y al menos 50% en el 2050. No será fácil alcanzar este acuerdo, y si no se logra, debería establecerse un acuerdo interino de los compromisos en los que no existan mayores diferencias entre los países y el establecimiento de una fecha perentoria, que no exceda de un año, para el acuerdo final. Más allá de lo que se logre en Copenhague, o posteriormente, será muy importante que exista también la voluntad política de cumplir lo acordado.
“La imagen que más se ha transmitido (del cambio climático) es la del derretimiento del hielo en las regiones polares y las consecuencias para los osos de esas regiones, cuando en nuestro país la amenaza se traduce en pérdida de vidas humanas”
“Naciones Unidas estima que para mediados de siglo puede haber entre 200 y 250 millones de refugiados por la alteración del clima, principalmente en África y Asia”
MARCIAL BARRIOS
Tomando datos de la intervención que usted realizó en el I Congreso de Ecología Social, se desprende de su investigación que en los últimos 20 años al menos ha habido unos 26 mil muertos por efecto del cambio climático, así como también una 50 mil viviendas afectadas y unos 140 mil damnificados en el territorio Venezolano. Esto tomando en cuenta que son datos de hemeroteca recopilados por su equipo, que no se han registrado como oficiales, ya que existe un sub registro del efecto del Cambio Climático por parte de las autoridades.
MB: Entendiendo estas cifras como una alarma de las amenazas que se ciernen en el futuro inmediato, ¿cómo ve usted que el ciudadano venezolano está preparado para enfrentar los futuros efectos del Cambio Climático?
JCS: Normalmente el clima tiene una variabilidad natural en la que se producen eventos extremos tales como lluvias copiosas, sequías y olas de calor que afectan a las regiones mas vulnerables del país, que son, por ejemplo, regiones donde ha ocurrido un desarrollo urbano anárquico en áreas riesgosas, o desarrollos agrícolas en tierras no aptas. El cambio climático esta afectando la variabilidad natural del clima haciendo que se produzcan eventos extremos cada vez más frecuentes y más intensos, y en consecuencia ello hace que se incrementen las pérdidas de vidas humanas y los daños a la propiedad. En el trabajo que presenté en el I Congreso de Ecología Social muestro como el número de estos eventos hidro-climáticos se han incrementado en Venezuela en la última década, y existe la amenaza que en la medida que se acentúe en calentamiento global las pérdidas sean aun mayores, a menos que se adopten medidas para reducir las consecuencias de los eventos, es decir, que se diseñen y establezcan planes de adaptación a las nuevas condiciones del clima. Mi impresión es que el ciudadano venezolano esta aun muy ajeno a esta situación, debido a que no ha habido en el país suficiente difusión de información fidedigna acerca de cómo se esta materializando el cambio climático en nuestro país. La imagen que mas se ha transmitido es la del derretimiento del hielo en las regiones polares y las consecuencias para los osos de esas regiones, cuando en nuestro país la amenaza se traduce en pérdida de vidas humanas, e impactos sociales y económicos significativos.
MB: ¿De qué manera se puede preparar el ciudadano y la sociedad venezolana ante los cambios ambientales?
JCS: Lo primero es estar informado acerca de los riesgos que corremos, tener conciencia para luego poder actuar en consecuencia. En Venezuela, debido al problema de la escasez de vivienda y al fenómeno de migración desordenada del campo a las ciudades, encontramos numerosas viviendas improvisadas asentadas en terrenos inestables, muy susceptibles a los deslizamientos, y viviendas en terrenos inundables. Esas personas deben saber los riesgos que corren, de manera tal que al momento de la emergencia, cuando las autoridades, los bomberos, les piden que desalojen, es por su propia seguridad y deben acceder a hacerlo. Esas personas deben ser reubicadas, para lo cual los más pobres requieren de la ayuda del Estado, pero también deben poner de su parte.
Curiosamente, también existen viviendas de clases sociales que poseen más recursos, construidas en sitios riesgosos, sencillamente por desconocimiento; en tales casos lo recomendable es revisar cuan resistente es la vivienda, hacer una evaluación a ver si se respetaron los códigos de construcción; y si no, evaluar la posibilidad de reforzamiento. Además existe la posibilidad de asegurar la propiedad.
MB: ¿Cómo cree usted que el Estado venezolano debería hacer para desarrollar una estrategia contra los embates de la naturaleza y la vulnerabilidad causada por la inexistente planeación demográfica?
JCS: En Venezuela no se trata de un problema de planeación demográfica, sino de planeación urbana. Se ha permitido la construcción ilegal en áreas riesgosas y hasta se han otorgado permisos de desarrollo habitacional en tales áreas. El Estado no debería permitir que ello continúe sucediendo. Algunas de las zonas duramente afectadas por el desastre de Vargas se han estado repoblando de nuevo. Un plan de adaptación debería contemplar el desalojo ordenado y progresivo de las áreas más vulnerables. En el trabajo que presenté muestro que estadísticamente han sido más vulnerables el área metropolitana de Caracas, Vargas, y los Estados Miranda, Zulia, Anzoátegui y Mérida, quizás debería comenzarse por allí, aunque no deberían descartarse otras regiones, y otro tipo de impactos. Por ejemplo, los eventos de sequías prolongadas pueden afectar la producción agrícola por escasez de agua y pérdida de humedad de los suelos. El Plan de adaptación en tal caso consistiría en la adopción de políticas de gestión eficiente del agua, sustitución de cultivos, desarrollo de la infraestructura para traer el agua de otras regiones, entre otras. Obviamente que las mejores decisiones serán aquellas que estén debidamente sustentadas por estudios técnicos, y en nuestro país tenemos la capacidad para realizar tales estudios en las Universidades y centros de investigación. Debería existir una política de Estado para orientar estos trabajos, aprovechando de la mejor manera los recursos disponibles para hacerlos
MB: Cuando hablamos del tema del cambio climático, muchas veces se piensa que es un fenómeno que llega, arrasa con ciertas zonas del territorio y se va, pero, ¿cuáles son las consecuencias para la salud que puede traer este tipo de efecto ambiental?
JCS: Existe una vinculación entre el calentamiento global y la proliferación de vectores transmisores de enfermedades infecciosas tales como el dengue y la malaria. En nuestro país las estadísticas de estas enfermedades son altas en determinadas regiones, que según recuerdo indican cifras preocupante de dengue en el Estado Bolívar, Aragua, Carabobo, Lara, y Guárico; malaria en Anzoátegui, Bolívar, Sucre, Delta Amacuro, Monagas y Zulia. Con el aumento de la temperatura estas enfermedades se irán propagando hacia otros Estados.
MB: En nuestros tiempos se habla de los desplazados por efecto del cambio climático, en su mayoría por la sequía que está azotando diversas partes del planeta, ¿cómo ve usted ésta situación, viendo al futuro y sobre todo, los posibles efectos que podrá traer este éxodo sobre Venezuela?
JCS: el problema de los desplazados o refugiados por los efectos del cambio climático es nuevo, al punto tal que los acuerdos internacionales relativos a los refugiados por diversas causas aun no contemplan el otorgamiento de protección o apoyo para las personas en tal condición, pero se esta trabajando en ello. Naciones Unidas estima que para mediados de siglo puede haber entre 200 y 250 millones de refugiados por la alteración del clima, principalmente en África y Asia. Venezuela siempre ha sido un país generoso y abierto a la inmigración, sin embargo, si se tratase de migraciones masivas, los países solamente podrán aceptar un número acorde con su capacidad para recibirlos.
MB: A dos semanas para la cumbre de Copenhague, queríamos saber ¿cómo observa ésta reunión y que propuestas lleva?
JCS: será una de las reuniones más importantes de la comunidad internacional en mucho tiempo, las medidas concertadas para reducir las emisiones de gases de invernadero que allí se adopten incidirán en la calidad de vida futura de la humanidad. Se trata de una reunión política, donde asisten representantes de los gobiernos para negociar el acuerdo. Yo pertenezco al mundo de las ciencias y, como miembro del Panel de Expertos en Cambio Climático de Naciones Unidas, ya me he pronunciado colegiadamente con el informe acerca del estado del clima y su posible evolución, y los informes especiales elaborados por el Panel. Allí advertimos acerca de las graves consecuencias del calentamiento global en términos de los daños a los ecosistemas, reducción de la disponibilidad de agua y de los medios de producción de alimentos y bienes, si no se reducen significativamente las emisiones. Este informe puede verse en el sitio web: http://www.ipcc.ch/ Ahora le toca al mundo político decidir. Yo espero que se logre un acuerdo completo y definitivo, con compromisos que reduzcan las emisiones globales de gases de invernadero en 20 a 25% en el 2020 y al menos 50% en el 2050. No será fácil alcanzar este acuerdo, y si no se logra, debería establecerse un acuerdo interino de los compromisos en los que no existan mayores diferencias entre los países y el establecimiento de una fecha perentoria, que no exceda de un año, para el acuerdo final. Más allá de lo que se logre en Copenhague, o posteriormente, será muy importante que exista también la voluntad política de cumplir lo acordado.
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