El ahorro energético desde las aulas

Alumnos del Colegio Santiago de León de Caracas luchan por el ambiente



Las nuevas generaciones crecen con la conciencia ecológica, así lo pudimos observar en el trabajo de Ahorro Energético desarrollado por Carlos Guillermo Barrios de 11 años de edad, estudiante del Colegio Santiago de León de Caracas, lo que demuestra el impulso de las campañas ambientalistas que vienen realizando las ONG e instituciones de diversos tipos en Venezuela y el exterior.

MARCIAL BARRIOS

La acción del grupo escolar así como los lideres que se destacan en la lucha por un mejor mañana es necesario cultivarla en las escuelas del país, ya sean públicas o privadas, por esta razón la promoción de nuevos hábitos de consumo energético son esenciales para la vida futura en el planeta.
Este próximo 22 de abril se celebra el Día de la Tierra, Su promotor, el senador estadounidense Gaylord Nelson, instauró este día para crear una conciencia común a los problemas de la contaminación, la conservación de la biodiversidad y otras preocupaciones ambientales para proteger la Tierra.



Las iniciativas de los jóvenes y niños que serán los responsables del futuro, es primordial para que las iniciativas mundiales continúen y se le de seguimiento a la expansión de una cultura global en el tema ambiental.

Desde la redacción de EL COMUNICADOR AMBIENTAL, hacemos un llamado a seguir la iniciativa de Carlos Guillermo Barrios, a continuar en el impulso de la lucha ambiental y promover en las escuelas, liceos, universidades y demás centros de estudio la conciencia reflejada en la Carta de la Tierra, felicitamos a este destacado alumno, a su maestra y a todas las instituciones educacionales que inspiren el respeto por el ambiente consagrado en los artículos 127, 128 y 129 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.




La Carta de la Tierra
Del inglés The Earth Charter es una declaración internacional de principios, propuestas y aspiraciones para una sociedad mundial sostenible, solidaria, justa y pacífica en el siglo XXI.

Promovida en el entorno de las Naciones Unidas y de sus organizaciones, ha sido traducida a más de 30 lenguas desde su lanzamiento en el año 2000. Desde entonces la Carta ha ido ganando difusión y reconocimiento en todos los países.
La declaración contiene un planteamiento global y conciso de los retos del planeta, así como propuestas de cambios y de objetivos compartidos que pueden ayudar a resolverlos. Está redactada en un estilo accesible y positivo.
Aunque abarca muchas áreas de atención y de detalle, su resumen es muy simple: todos somos uno. La Carta llama a la humanidad a desarrollar una visión universal y de conjunto en una coyuntura crítica de la historia.
La Carta de la Tierra no pretende ser la única respuesta posible a los problemas actuales de la humanidad, y tampoco ser exhaustiva. No obstante, al tener un contenido consistente, trabajado, fruto de un diálogo internacional muy amplio, goza de aceptación generalizada.
La Carta no ha nacido con el objetivo de ser un documento internacional más. Tratando de ir más allá de la teoría, se ha ido desarrollando a la vez un movimiento internacional plural, autónomo, que trabaja para poner en práctica sus principios. Esta red civil global es conocida como la Iniciativa de la Carta de la Tierra.