Corte Internacional de Justicia le ordena a Japón revocar licencias para caza de ballenas
Se espera que la industria ballenera sea cosa del pasado
Con un total de 12 votos a 4 , La Corte Internacional de Justicia (CIJ) ordenó hoy a Japón que deberá revocar los permisos de caza de ballenas en la Antártida, debido a que no cumplen con los llamados "fines científicos" que alega Japón y que están exigidos por la legislación internacional.
La CIJ ordena que Japón debe revocar las
licencias relacionadas con Jarpa II , así como evitar la solicitud de nuevos
permisos en el marco de este programa, debido a que no cumplen con los fines
científicos que en repetidas oportunidades ha alegado el Estado Japonés para la
justificación de la caza de cetáceos.
La CIJ afirma que aunque el programa japonés
contenía ciertos aspectos científicos, la ejecución del mismo se había hecho
con muy poca transparencia, lo que es evidente en la elección del tamaño de la muestra de
cetáceos, la cual variaba por temporada y tenia evidentes distorsiones entre el
numero de individuos cazados por especie, así como el aumento del tamaño de las muestras
con respecto a los inicios del programa, también resulta inexplicable la inclusión de dos especies de cetáceos.
La sentencia afirma que el programa de
cacería “científica” y las licencias
otorgadas a Japón, "no se ajustan a las
provisiones contenidas en el artículo VIII" de la Convención
Internacional para la Reglamentación de la Caza de Ballena. Asi mismo el
presidente de la CIJ Peter Tomka , afirmó que
"En la concepción del programa han tenido que ver consideraciones
financieras, más que criterios puramente científicos"
Esta sentencia de la
CIJ se debe a que en el 2010, Australia
había llevado el caso ante la haya afirmando que Japón los verdaderos fines de caza ballenera
eran comerciales con el pretexto de una “investigación científica”, esta iniciativa fue elaborada en conjunto por
los Ministerios Exteriores, Medio Ambiente y
la Fiscalía General de Australia, con un absoluto respaldo de la sociedad
civil, partidos políticos y universidades australianas.
Australia y Japón son aliados económicos y pese a las
especulaciones sobre el caso, en realidad se espera que esta relación no se vea
afectada tal y como expresa un comunicado emitido por Australia… "es
una forma correcta de resolver diferencias legales entre dos amigos".
A lo que se suma la felicitación a Japón por haber aceptado dicha sentencia de
manera inmediata. Por su parte el
ex-ministro de ambiente Peter Garret ha calificado la sentencia como algo
“histórico” al expresar que "Es una decisión verdaderamente
histórica y vindica nuestra acción. Significa que la caza científica de
ballenas no existe".
Para Australia era
evidente que aunque Japón afirmara que sus fines eran culturales y científicos, la carne de los cetáceos
capturados se podía conseguir en los mercados asiáticos y australianos. Japón
ya había sido ordenado detener la caza de ballenas en el pasado tras haber
fracaso en su intento por justificar la industria ballenera con el pretexto
“cultural”, por lo que en los años 90 recurrieron a elaborar un programa
“científico” para justificar una industria que representa una amenaza directa
contra los cetáceos y el equilibrio de los ecosistemas marinos
Por su parte la
organización SEA SHERPHERD en su
comunicado, se ha manifestado de la siguiente manera: "Con la
sentencia de hoy, la CIJ ha adoptado una postura justa, en el lado correcto de
la Historia, con la protección de las ballenas en el Santuario de Ballenas del
Océano del Sur y del vital ecosistema marítimo de la Antártida” , también agrega que "Aunque los persistentes arpones de Japón
han seguido llevando a muchas especies de ballenas hacia la extinción, Sea
Shepherd espera que tras la sentencia de la CIJ sea la caza de ballenas la que
pase a las páginas de los libros de historia". Asi mismo han
dejado muy claro que estarán preparados este año para monitorear a los barcos
japonés, por lo que han sentenciado "Si
la flota ballenera japonesa vuelve, el personal de Sea Shepherd estará allí
para hacer cumplir esta sentencia contra los balleneros piratas"
Ante esta reciente
sentencia se espera que los demás países como Noruega,
Islandia y Dinamarca detengan la cacería de ballenas de manera
voluntaria o de lo contrario serán los próximos acusados ante la CIJ . Se estima que solamente Japón ha capturado
más de 10.000 ejemplares entre 1987 y 2009, por lo que es evidente que esta
practica resulta ser totalmente insostenible y que solo ha podido continuar debido
a los enormes subsidios por parte de los Estados que aun la practican.
Activista Ambiental
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