Todo apunta a un gran cambio para el 2015
Optimismo versus fatalismo económico y social en 2015
Hay un optimismo
necesario que se proyecta en los cambios sociales que se aproximan y aquellos
venezolanos que lo apoyen tendrán su merecida recompensa de vivir la reconstrucción
de la paz y la prosperidad en Venezuela.
Por: Marcial Barrios
Más de cinco lustros de la revolución Bolivariana han puesto
al pueblo venezolano a pensar en los aciertos y desaciertos de este movimiento político
que movió la fibra del pueblo por la promesa policía de erradicar la corrupción
y sembrar el petróleo para un mejor mañana. Hoy las promesas rotas han
desnudado la realidad y los hechos demuestran una amplia crisis social que
cruza transversalmente la moral, la economía, lo social y ambiental del país.
Sin embargo, el tiempo de encarar la realidad nos lleva a
pensar en la obligación de una gran rectificación y la imperante necesidad de cambiar los rumbos del país hacia un mejor
destino que nos aleje de las alarmantes cifras de descomposición social
expresadas en la criminalidad y el crecimiento exponencial de la pobreza.
La primera gran decisión que se debe tomar con valentía es
asumir que el país se encuentra en un estado precario de economía y sin un
rumbo definido de crecimiento y desarrollo de la población. Es decir que
debemos plantear sinceramente el problema.
La segunda gran decisión que nos toca a cada uno de los
individuos es ver a Venezuela como nuestro país y comenzar a actuar mejorando
lo que podamos desde nuestro interior como
seres humanos hasta realizar acciones tan simples como no ensuciar y
preservar los espacios físicos de nuestra república.
Sincerar la situación nos llevará a buscar soluciones desde
la individualidad y los grupos sociales que enfrenten con coraje las carencias
que el Estado venezolano no ha podido cumplir y que jamás cumplirá, por el
simple hecho que no tiene recursos económicos ni humanos para lograr al menos
bajar los índices delictivos y aumentar el aparato productivo nacional.
La luz en el túnel depende de la claridad con la que cada
ciudadano entienda su futuro, ya hemos pasado más de 17 años con un discurso de división que no ha ayudado al país al
crecimiento de su integridad nacional, sino simplemente a la quiebra moral y económica.
2015 es un año de reflexión profunda y acción social que sin
duda iniciará la transición a un nuevo Estado que deje de ser acaparador de
todas las esperanzas y se aleje de ser un ente interventor en todos los
aspectos. Ya el modelo revolucionario fracasó y es hora que modelos más
sustentables e integracionistas como los planteados en la ecología política sean
mostrados ante la opinión pública, para demostrar las bondades que puede alcanzar
este nuevo paradigma político.
Hay un optimismo necesario que se proyecta en los cambios
sociales que se aproximan y aquellos venezolanos que lo apoyen tendrán su
merecida recompensa de vivir la reconstrucción de la paz y la prosperidad en
Venezuela.
El que con optimismo mentaliza la transición positiva y pacífica
de nuestra República da el primer paso, porque
se enfoca en un cambio de actitud necesario para el progreso de Venezuela.
Los cambios de las naciones comienzan cuando los ciudadanos entienden sus problemas, los enfrentan y comienzan a trabajar en ellos, mas allá del cambio de gobiernos o ideales.
Si continuamos en el mismo camino seguiremos con los mismos resultados...
Los cambios de las naciones comienzan cuando los ciudadanos entienden sus problemas, los enfrentan y comienzan a trabajar en ellos, mas allá del cambio de gobiernos o ideales.
Si continuamos en el mismo camino seguiremos con los mismos resultados...
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