Socialismo: Pobreza y Autoritarismo

Por: Raúl Zapata

La pobreza y el autoritarismo están asociadas fatalmente, al socialismo. Cuando el  Estado toma el

control del aparato productivo, cuando asume el proceso de generación de riqueza, desplazando a

los particulares, la producción y la productividad decae inexorablemente, así lo dice la historia, de

una manera categórica y contundente. La Unión Soviética, Polonia, Cuba, Corea del Norte Etc. Etc.

Y por favor no metan en eso a Suiza, Noruega o Dinamarca, todos esos países son de economías

capitalistas: los medios de producción están en manos privadas. Que es lo que al fin y al cabo

define al capitalismo

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) informa que en Paraguay, El

Salvador, Colombia, Perú, Chile y Ecuador la pobreza descendió de una manera importante,

mientras que en costa rica, Uruguay, Brasil, República Dominicana y Panamá, descendió también,

pero levemente. Solamente en Venezuela la pobreza dio un salto del 6,7% hacia peor  --con cifras

suministradas por Instituto Nacional de Estadísticas (INE) de Venezuela--  de esta manera

1.795.884 venezolanos se sumaron a las filas de la pobreza, para un gran total de 9.174.142 y

según esos mismos datos oficiales, 723.364 venezolanos más,  pasaron a la condición de pobreza

extrema, de indigentes, para sumar un gran total de 2.791.292 personas. Eso en el 2013, con un

barril de petróleo por encima de los 100 dólares, es de esperar, que en el 2014 la situación haya

empeorado dramáticamente, y que en el 2015, la situación pasara a ser de terror, “rumbo al mar

de la felicidad de Cuba”. Pagaremos las consecuencias de tantos disparates económicos. Lo que los

gobiernos gastan, lo terminan pagando los ciudadanos.

El socialismo fracasa, porque va contra la naturaleza humana, Tal como Dios la creo, por eso

hablan del “hombre nuevo” necesitan personas que produzcan eficientemente, creadores e

innovadores, pensando solo en el interés del Estado, del partido, del gran líder. Ignorando sus

propios intereses, sus simpatías, sus emociones, dispuestos a renunciar a sus propias ideas y

valores. Obedientes siempre a la voluntad del jefe, del Partido, del comandante supremo.

Poniendo al Partido y al líder máximo, por encima de Dios, “mande comandante, que yo

obedezco”: manipular, engañar, dañar, encarcelar o asesinar, a quien protesta contra el gobierno:

lo que sea. simples soldados, esclavos fieles. La revolución requiere y exige obediencia ciega, de

todos los ciudadanos, para ello los necesita pobres, para que dependan todos de las gracias del

gobierno.

Pero los seres humanos, como criaturas creadas por Dios, necesitamos libertad para emprender

para crear, para innovar. Necesitamos saber que nuestro esfuerzo y aciertos tendrán la debida

recompensa, que nuestra opinión cuenta. Necesitamos, libertad, democracia, capitalismo, para

construirnos, nosotros mismos,  un futuro, cada vez mejor. Y que el Estado vele por los menos

afortunados y nos brinde seguridad de los peligros y riesgos internos y externos.

Raúl Zapata C.i: 3.669.126. Contador Público: Universidad de Oriente. UDO. Posgrado en Estudios

Avanzados en Gobernabilidad y Gerencia Política: Universidad Católica Andrés Bello. UCAB.

raulzapataa@hotmail.com Telf. 0414-815.1929

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