La innovación automotriz
En tiempos de crisis, la eficiencia se convierte en una auténtica
obsesión no sólo para los conductores, sino también para los fabricantes
de automóviles. La aplicación de todo tipo de tecnologías para
construir vehículos cada vez más ahorradores está a la orden del día,
llegando ya a límites prácticamente inimaginables.
Es el caso del Volkswagen XL1, un modelo recién presentado y en cuyo
nombre lleva escrito su principal característica y atractivo: gastar
menos de un litro de combustible cada cien kilómetros de media. ¿Cómo lo
consigue? Como decíamos antes, aplicando tecnologías en la práctica
totalidad de aspectos que forman parte del desarrollo del modelo.
La aerodinámica, la mecánica, la electricidad, la elección de materiales... Todo entra en juego con el único objetivo de maximizar la eficiencia. Y, a ser posible, sin perjudicar en exceso la respuesta y las prestaciones de un vehículo capaz de rodar a 100 km/h empleando tan sólo 8,4 caballos, de alcanzar los 160 km/h de velocidad máxima y de propulsarse de 0 a 100 km/h en 12,7 segundos.
En fotografías, el Volkswagen XL1 parece más grande de lo que realmente es. Sus medidas lo delatan: apenas 3,88 metros de largo, 1,66 de ancho y 1,15 de alto, que unidos a su diseño, le permiten lograr un espectacular coeficiente de resistencia de sólo 0,189. Su peso, de apenas 795 kilos gracias al empleo de materiales ligeros, contribuye del mismo modo a la reducción de consumos y emisiones, situados respectivamente en 0,9 litros a los 100 kilómetros y 21 gramos por kilómetro de CO2.
El nuevo y futurista vehículo de la marca alemana se mueve gracias a
un sistema de propulsión híbrido, formado por un motor turbodiésel de
dos cilindros y 48 caballos de potencia, y un propulsor eléctrico de 27
caballos, que toma la energía de una batería de iones de litio. Y
completando su tecnología de última generación cuenta con una caja de
cambios automática DSG de doble embrague que transmite la fuerza a las
ruedas delanteras.
El proyecto, nacido como un desafío de Ferdinand Piëch, presidente del Consejo de Vigilancia del grupo VAG, se pudo ver en un primer prototipo en el año 2002, y en un segundo paso más desarrollado en 2009. Ahora llega el modelo definitivo de producción, aunque todavía no se conocen ni la fecha de lanzamiento ni el precio.
Volkswagen XL1
La aerodinámica, la mecánica, la electricidad, la elección de materiales... Todo entra en juego con el único objetivo de maximizar la eficiencia. Y, a ser posible, sin perjudicar en exceso la respuesta y las prestaciones de un vehículo capaz de rodar a 100 km/h empleando tan sólo 8,4 caballos, de alcanzar los 160 km/h de velocidad máxima y de propulsarse de 0 a 100 km/h en 12,7 segundos.
En fotografías, el Volkswagen XL1 parece más grande de lo que realmente es. Sus medidas lo delatan: apenas 3,88 metros de largo, 1,66 de ancho y 1,15 de alto, que unidos a su diseño, le permiten lograr un espectacular coeficiente de resistencia de sólo 0,189. Su peso, de apenas 795 kilos gracias al empleo de materiales ligeros, contribuye del mismo modo a la reducción de consumos y emisiones, situados respectivamente en 0,9 litros a los 100 kilómetros y 21 gramos por kilómetro de CO2.
Interior del Volkswagen XL1
El proyecto, nacido como un desafío de Ferdinand Piëch, presidente del Consejo de Vigilancia del grupo VAG, se pudo ver en un primer prototipo en el año 2002, y en un segundo paso más desarrollado en 2009. Ahora llega el modelo definitivo de producción, aunque todavía no se conocen ni la fecha de lanzamiento ni el precio.
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