Venciendo la depresión social
La situación que vive Venezuela de inestabilidad social, nos ha creado una neblina que incapacita a muchos de ver objetivos a futuro y siembra la incertidumbre que es una causa de depresión propia en tiempos de conflictos sociales.
Por: Marcial Barrios
La depresión y la desmoralización son estrategias políticas para
mantener a los individuos neutralizados psicológicamente, es por esto que los
venezolanos deben mantener en claro los objetivos democráticos y de cambios
positivos dirigidos a equilibrar nuestra existencia junto a la naturaleza en la
búsqueda de un desarrollo sustentable, enmarcado en el respeto y el entendimiento
necesario de las leyes.
Establecer los objetivos de lucha es esencial para poder ver
más allá de la neblina del caos, luchar pero no alienarse es fundamental para
que aquellos que ponen su empeño se transformen en líderes de un cambio
positivo.
En estos momentos nos podemos sentir confundidos por la
cantidad de escasez o por la peligrosidad del día a día, a esto se le suma la
inconformidad social expresada en confrontaciones sociales y represiones por
parte del Estado. Los controles, las alcabalas, el poco valor del dinero y la
necesidad de cubrir las necesidades básicas de alimento, casa, educación,
entretenimiento, etc. Todo esto conforma un cuadro difícil de entender para el
progreso, mas cuando en algún momento de la vida se entendió de otra manera.
El ánimo se mueve a la velocidad de los conflictos o las
resoluciones, buscar resolver situaciones pequeñas constantemente nos mantiene
ocupados en un caos inducido por metodologías políticas de sometimiento
poblacional.
No olvidemos que nuestras luchas son efímeras y no
representan nada para el planeta tierra o para el universo, esto lo digo con el
objetivo que veamos en Dios y la energía universal una amplitud capaz de
despejarnos del pequeño momento que vivimos.
Las energías puestas en un objetivo común de paz y de equilibrio en lo
natural pueden ayudar a elevar el pensamiento mas allá del lodazal donde nos
han querido sumergir.
El que lucha por la justicia enaltece su vida y sobrepasa
todas las barreras, puede ver el país que quiere a través de la niebla y los
lodazales, es capaz de ver la familia y los amigos crecer con libertad en la
tierra donde nacieron. Como dijo Jesús de Nazaret “bienaventurados los que
tienen hambre y sed de justicia porque serán saciados”
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