COP 16 FESTÍN DE POPULARIDAD VERSUS CAMBIOS REALES
EDITORIAL – EL COMUNICADOR AMBIENTAL
Capitalistas y Socialistas se enfrentan ideológicamente en Cop16, pero en la praxis no cambian sus modos de producción
Mientras los medios se mantienen casi silentes la naturaleza a gritos y sacudones enseña la cara de lo que hoy es un gran error humano.
MARCIAL BARRIOS
Faltan 2 días para que culmine la Cumbre de Cambio Climático en Cancún, México, y más allá de la huella ecológica que han dejado sus participantes no se tiene mucha información de los acuerdos.
El grupo del ALBA elaboró una carta donde condena enérgicamente al capitalismo, destacando “que la naturaleza es nuestro hogar y es el sistema del cual somos parte, por tanto tiene un infinito valor, pero no tiene un precio y no está en venta”Lamentablemente en este comunicado emitido con el nombre de: Declaración del Comité Ministerial de Defensa de la Naturaleza del ALBA – TCP, las propuestas son muy escazas y no reflejan la realidad de países que viven en constante utilización de los Medios de Producción que el capitalismo y la humanidad ven como modo de vida.
Cuando nos referimos a los Medios de Producción, lo hacemos con el objetivo de demostrar que el humano aun en los países “socialistas” o del grupo del Alba sigue aplicando el uso de los recursos naturales como fuente de explotación y comercio. Sería interesante ver a países como Venezuela y Ecuador, que viven en gran medida de la extracción y refinación del petróleo con métodos 100% capitalistas, o la Bolivia minera, que pregona la salud de la Pacha Mama, dejen de lado la extracción en minas para proponer un modelo verdaderamente nuevo y revolucionario. La gran equivocación de los políticos pareciera que se basa en plantear al problema ambiental como un hecho de lucha de clases que poco o nada ayuda a la preservación del medio ambiente.
Mientras tengamos economías de puertos que implican inmensas movilizaciones de mercancías industrializadas y métodos de producción y transporte que contaminen el ambiente estaremos muy lejos de que las Cumbres de Cambio Climático funcionen para el medio ambiente.
A la naturaleza no le importa si las fábricas que contaminan son socialistas, comunistas, capitalistas, demócratas, republicanas, etc. La naturaleza no tiene ideología sino es un delicado sistema de vida que busca subsistir diariamente manteniendo un equilibrio. El desequilibrio humano ya es palpable y notorio, debemos dejar en claro que los políticos que hacen de estos encuentros un festín para su popularidad, deben actuar seriamente para que se tomen cambios paradigmáticos en los modelos de producción.
El mundo clama lideres verdes que dejen de un lado sus ideologías humanas donde el hombre es el centro de la discusión y abriendo nuestras mentes entendamos que nuestra sociedad es la diversidad biológica que hace vida en el planeta Tierra.
Es lógico que para un cambio de paradigmas, hace falta muchos años y acuerdos para que se puedan encontrar las partes y es por esto que a pesar que estamos “en pañales” como humanidad para poder resolver un caso tan complejo como el Cambio Climático hay que continuar en la lucha y en los encuentros con personalidades que puedan influir en las grandes decisiones de los países más contaminantes.
Perseverar en la búsqueda de ese “renacimiento” dentro del ser humano que se ha divorciado de su naturaleza de animal que es poblador del planeta como todos los demás seres vivos es fundamental para entender la grave situación de nuestros vecinos vivientes que desaparecen en la extinción. La ignominia del humano ante la naturaleza que lo rodea y que le da la vida es catastrófica.
Finalmente, podemos ver como los medios de comunicación demuestran la gran ignorancia sobre el peligro que vivimos ya que no le dan casi interés a los temas ambientales, destacando solamente las tragedias socio-ambientales. ¿Cómo es posible que hoy en día no existan en los medios tradicionales un periodismo ambiental que demuestre y eduque? ¿Por qué los medios callan?
Mientras los medios se mantienen casi silentes la naturaleza a gritos y sacudones enseña la cara de lo que hoy es un gran error humano.
Capitalistas y Socialistas se enfrentan ideológicamente en Cop16, pero en la praxis no cambian sus modos de producción
Mientras los medios se mantienen casi silentes la naturaleza a gritos y sacudones enseña la cara de lo que hoy es un gran error humano.
MARCIAL BARRIOS
Faltan 2 días para que culmine la Cumbre de Cambio Climático en Cancún, México, y más allá de la huella ecológica que han dejado sus participantes no se tiene mucha información de los acuerdos.
El grupo del ALBA elaboró una carta donde condena enérgicamente al capitalismo, destacando “que la naturaleza es nuestro hogar y es el sistema del cual somos parte, por tanto tiene un infinito valor, pero no tiene un precio y no está en venta”Lamentablemente en este comunicado emitido con el nombre de: Declaración del Comité Ministerial de Defensa de la Naturaleza del ALBA – TCP, las propuestas son muy escazas y no reflejan la realidad de países que viven en constante utilización de los Medios de Producción que el capitalismo y la humanidad ven como modo de vida.
Cuando nos referimos a los Medios de Producción, lo hacemos con el objetivo de demostrar que el humano aun en los países “socialistas” o del grupo del Alba sigue aplicando el uso de los recursos naturales como fuente de explotación y comercio. Sería interesante ver a países como Venezuela y Ecuador, que viven en gran medida de la extracción y refinación del petróleo con métodos 100% capitalistas, o la Bolivia minera, que pregona la salud de la Pacha Mama, dejen de lado la extracción en minas para proponer un modelo verdaderamente nuevo y revolucionario. La gran equivocación de los políticos pareciera que se basa en plantear al problema ambiental como un hecho de lucha de clases que poco o nada ayuda a la preservación del medio ambiente.
Mientras tengamos economías de puertos que implican inmensas movilizaciones de mercancías industrializadas y métodos de producción y transporte que contaminen el ambiente estaremos muy lejos de que las Cumbres de Cambio Climático funcionen para el medio ambiente.
A la naturaleza no le importa si las fábricas que contaminan son socialistas, comunistas, capitalistas, demócratas, republicanas, etc. La naturaleza no tiene ideología sino es un delicado sistema de vida que busca subsistir diariamente manteniendo un equilibrio. El desequilibrio humano ya es palpable y notorio, debemos dejar en claro que los políticos que hacen de estos encuentros un festín para su popularidad, deben actuar seriamente para que se tomen cambios paradigmáticos en los modelos de producción.
El mundo clama lideres verdes que dejen de un lado sus ideologías humanas donde el hombre es el centro de la discusión y abriendo nuestras mentes entendamos que nuestra sociedad es la diversidad biológica que hace vida en el planeta Tierra.
Es lógico que para un cambio de paradigmas, hace falta muchos años y acuerdos para que se puedan encontrar las partes y es por esto que a pesar que estamos “en pañales” como humanidad para poder resolver un caso tan complejo como el Cambio Climático hay que continuar en la lucha y en los encuentros con personalidades que puedan influir en las grandes decisiones de los países más contaminantes.
Perseverar en la búsqueda de ese “renacimiento” dentro del ser humano que se ha divorciado de su naturaleza de animal que es poblador del planeta como todos los demás seres vivos es fundamental para entender la grave situación de nuestros vecinos vivientes que desaparecen en la extinción. La ignominia del humano ante la naturaleza que lo rodea y que le da la vida es catastrófica.
Finalmente, podemos ver como los medios de comunicación demuestran la gran ignorancia sobre el peligro que vivimos ya que no le dan casi interés a los temas ambientales, destacando solamente las tragedias socio-ambientales. ¿Cómo es posible que hoy en día no existan en los medios tradicionales un periodismo ambiental que demuestre y eduque? ¿Por qué los medios callan?
Mientras los medios se mantienen casi silentes la naturaleza a gritos y sacudones enseña la cara de lo que hoy es un gran error humano.
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